John Kocinski (EEUU)
La vida de John Kocinski no fue muy diferente de lo que puede ser ahora la de cualquier muchacho que se inicia en las carreras. Lo excepcional es que hace 25 años no era muy habitual encontrarse con un niño seudo adolescente mezclado en el ambiente profesional de las competiciones norteamericanas. John Kocinski nació en Little Rock, una pequeña ciudad del estado de Arkansas, en el interior de Estados Unidos.
La afición de su padre hizo que se subiera a una moto a los cuatro años de edad, y no tardó en medirse con niños de su edad en carreras de motocross con una Kawasaki KX 75, con la que no tardaría en ganar carreras. Estuvo compitiendo en motocross infantiles y juveniles hasta los 12 años, y en 1981, con sólo trece, se metió por primera vez en un circuito de velocidad. Desde entonces, ya no abandonaría el asfalto.
Sus primeros pasos en el asfaltoA partir de 1982 disputó el campeonato norteamericano de 125. Debutó en Tejas, corriendo con una Yamaha 80, pero enseguida terminó subiéndose a una 125, con la que se proclamaría campeón de la categoría en 1983. Al mismo tiempo, con sólo 15 años, comenzó a rodar con una Honda CB 750 para ganar experiencia y así obtener la licencia profesional, algo que conseguiría al año siguiente, recién cumplidos los 16 años. Para entonces, Kocinski ya era sobradamente conocido en los circuitos del interior de Estados Unidos, adonde viajaba en “motorhome” acompañado por su padre. Su talento no pasó desapercibido para nadie, pero el pequeño John, un niñato del interior un poco paleto, hay que reconocerlo, aún tendría que crecer, en todos los sentidos, para conseguir dar el salto de calidad que le permitiera explotar el talento innato que atesoraba.
El Primer Gran Premio de Kocinski
En 1984, con sólo 16 años, disputó el Campeonato Norteamericano de Superbike con una Honda VF 750. Su mejor resultado fue una novena plaza, y al año siguiente llegó su primer título al ganar el Campeonato Norteamericano de Resistencia con una Suzuki GSX-R 750. Al año siguiente fue noveno en el Campeonato Norteamericano de Superbike con una Yamaha, una temporada en la que se midió con Bubba Shobert (campeón), Wayne Rainey (subcampeón), Kevin Schwantz… Su mejor resultado fue un tercer puesto en Road Atlanta. A sus 18 años, Kocinski ya era un piloto a tener en cuenta, y Kenny Roberts le echó el lazo. Kocinski se instaló en Modesto junto al clan Roberts.
En 1987 “King” Kenny dio el salto definitivo en su formación. Puso a Kocinski a lomos de una Yamaha TZ 250 para luchar por el título norteamericano, y a la más mínima oportunidad le subía en cualquier moto posible. Así, Kocinski fue tercero en las 8 Horas de Suzuka junto a Cal Rayborn, al tiempo que ganaba con claridad el título norteamericano de 250 (cinco victorias en nueve carreras). Roberts, con buen ojo y mejor olfato, había acertado.
Kocinski comenzó a compartir las veladas del clan Roberts en el rancho de Modesto, unas jornadas salvajes, donde la moto y la competición eran el eje de todo. El estilo espartano de Kenny pulió a Kocinski, que tenía que vérselas en el óvalo de tierra con el propio Roberts, con Rainey y Lawson, con Shobert y Askland, con Greene, un piloto de «dirt track», con Ricky Johnson, y con cualquier visita, frecuente u ocasional, próxima a este círculo de confianza que la prensa anglosajona no tardaría en bautizar como «el imperio del mal».
Grande en la pista, pequeño fuera de ella
Pero Kocinski, pese a todo, pese a su talento y proyección, seguía siendo el último del clan. La jerarquía tenía su peso en el rancho, y a él le tocaba el trabajo sucio. Si se lo proponía, podía poner firme a cualquiera de ellos sobre la pista de tierra, incluso a Roberts; pero enseguida le bajaban los humos. Roberts sabía como humillarlo para encender su orgullo en la pista. Le encargaba los recados más humillantes: ir al supermercado a por las cervezas para después de las mangas, comprar los viejos coches de desguace con los que disputaban alocadas carreras en las que todo valía (y que a Johnson le costó una seria lesión de espalda)… Después del último recado, Kocinski se subía a la moto como un endemoniado.
John Kocinski en SBK 1997
En 1988 Kocinski volvió a ganar el campeonato AMA 250, y debutó en el Mundial. Corrió cuatro carreras: Japón (quinto), Estados Unidos (cuarto), Alemania e Italia. Impresionó a todos, pero Roberts creía que estaba aún un poco verde. En 1989 ganó por tercera vez consecutiva el AMA 250, y volvió a dejarse ver por el Mundial. Ganó en Suzuka y Laguna Seca, pero no hizo más carreras en la categoría. Roberts decidió llevarle al Gran Premio de Bélgica para correr en 500, y allí impresionó a todos en el rapidísimo y peligroso Spa, en una jornada marcada por la lluvia. Fue una carrera plagada de accidentes (el propio Kocinski se cayó una vez) que tuvo tres salidas. Kocinski terminó tercero, pero por la tarde la Dirección de Carrera decidió eliminar el resultado de la tercera salida y el norteamericano bajó a la quinta plaza, lo cual tampoco fue un mal resultado. Todo estaba listo para su asalto al Mundial.
En 1990 Roberts formó la estructura más grande y ambiciosa de su carrera profesional. En 500 tenía a Eddie Lawson y Wayne Rainey, campeón y subcampeón, respectivamente, en 1989; y en 250 al propio Kocinski. Sus aspiraciones eran claras: ganar ambos títulos. Aquel fue el comienzo del “imperio del mal”.
Kocinski empezó con problemas porque en Suzuka tuvo un encontronazo con otro piloto y le doblaron el escape, y se vio obligado a parar a cambiarlo. Pero después sumó cinco victorias seguidas y tres podios más, hasta que cosechó dos ceros en Le Mans y Donington por sendas caídas. Carlos Cardús, un prodigio de regularidad, se puso líder en Gran Bretaña por sólo cuatro puntos, pero sumó dos victorias más en lucha directa con Kocinski en Anderstorp y Brno, llevando su ventaja a los 10 puntos a falta de dos carreras.
Kocinski ganó en Hungaroring y Cardús fue tercero, llegando a Phillip Island con una desventaja de cinco puntos con respecto al español. En Australia Honda no le echó un cable a Cardús, permitiendo que Helmut Bradl rodara por delante de él, y también el joven Daryl Beattie, que pugnó con el español por la cuarta plaza, mientras que Kocinski rodaba primero, asegurándose el título. Al final, la rotura del reenvío del cambio de la Honda NSR de Cardús sentenció el título a favor del norteamericano.
El paso al Mundial de 500
Kocinski estaba listo para el siguiente desafío, el Mundial de 500. Roberts lo alineó en 1991 junto a Wayne Rainey, flamante campeón en 1990. Y Kocinski no decepcionó, realizando extraordinarias carreras, pero siempre a la sombra de los tres grandes del momento: Rainey, Doohan y Schwantz. En Malasia, la última carrera del año, marcada por las ausencias de varios pilotos, logró el primer triunfo en 500. Al año siguiente Roberts repitió formación, pero Kocinski había dejado de ser el aprendiz para presentarse como un serio aspirante. Así lo hizo ver en la pretemporada, dentro y fuera de la pista, y a decir de Rainey, hablando más de la cuenta: “Kocinski estaba hablando mucho antes de la temporada. Yo sólo le atendía. Sabía que al final de ese año la carrera deportiva de uno de los dos estaría arruinada”.
Kocinski tuvo un inició pésimo: se cayó en Suzuka, y volvió a hacerlo en Eastern Creek, donde se lesionó, perdiéndose Shah Alam. No fue capaz de inmiscuirse en la pelea por el título. La verdad es que ese año nadie pudo plantar cara a Doohan y su Honda “Big Bang”. Pero Kocinski ni siquiera fue capaz de ganar en Assen, donde Doohan se lesionó, prueba en la que Rainey estuvo ausente, y donde Schwantz y Lawson se eliminaron al inicio de la carrera en una caída conjunta. Allí le ganó Crivillé.
La única victoria llegó al final, en Kyalami, en una carrera agónica. Rainey y Doohan, convalecientes de sus respectivas lesiones, se jugaban el título. Kocinski no quiso saber nada del tema; dejó atrás a Rainey y ganó la carrera. Gardner, en su despedida del Mundial, tampoco quiso ser complaciente con su compatriota y compañero. Rainey terminó tercero, y Doohan, sexto. Rainey se proclamó campeón. Y Kocinski no siguió en el Team Roberts.
Con Suzuki y Cagiva
Sorprendentemente, Kocinski aceptó una oferta de Tech3 para correr con la Suzuki 250. El inicio no fue malo, porque terminó segundo en Australia tras Tetsuya Harada, pero después se sucedieron una serie de altibajos en el rendimiento de la Suzuki que terminaron sacando de quicio al piloto norteamericano. En Holanda fue tercero, y allí se produjo el fin de la relación. Kocinski rompió el motor de su moto antes de regresar a boxes, se negó a subir al podio, fue multado por ello, y Suzuki rescindió su contrato. Parecía el final. Pero Claudio Castiglioni le hizo una oferta para correr con la Cagiva 500, y Kocinski no lo dudó: cuarto en Brno y Misano, y vencedor indiscutible en Laguna Seca. Llevaba camino de repetir triunfo en el Jarama cuando Shinichi Itoh se lo llevó por delante…
Kocinski terminó muy satisfecho con Cagiva, y en 1994 repitió con la marca italiana. Ganó en Australia y fue segundo en Malasia. Era un líder claro, pero un líder con pies de barro, puesto que la Cagiva no estaba a la altura del resto de las 500, y Kocinski tuvo que bregar con esa irregularidad. Una caída en Alemania y una lesión en un dedo fueron un problema añadido, y finalmente se alejó de la lucha por el título. Y dejó el Mundial. En 1995 sólo hizo una carrera, la prueba de Supersport de Daytona con una Honda, donde logró la victoria, tomándose un año sabático.
Bienvenido a Superbike
Tanto reposo no podía continuar por mucho tiempo, así que terminó sucumbiendo a una jugosa oferta de Ducati Corse. Se convirtió en protagonista del campeonato, con una inolvidable doble victoria en Misano, y aunque peleó por la corona sólo pudo ser tercero por detrás de un incontestable Troy Corser y de Aaron Slight. Pero quedó enganchado al circo de las SBK.
Con Honda Castrol
En 1997 fichó por Honda Castrol para sustituir a Carl Fogarty, que abandonó las Honda RC45 decepcionado con su cuarta plaza final de 1996. Kocinski parecía haberse convertido en el relevo obligatorio de Fogarty, porque primero le sustituyó en Ducati Corse y luego en Honda Castrol, y en ambas ocasiones terminó superando al británico.
El americano ganó el título con una superioridad aplastante, dando a Honda su primera victoria desde 1989, y convirtiéndose además en el primer -y hasta ahora único- campeón de los Grandes Premios que ganaba en Superbikes.
Con su título bajo el brazo, Kocinski regresó a 500
En 1998 corrió con el equipo de Sito Pons, pero ya no fue lo mismo. Aparte de una preocupante falta de regularidad, tuvo una lesión a mitad de temporada que marcó la segunda parte del campeonato. Terminó el año sin un solo podio. Al año siguiente recaló en el Team Kanemoto, pero ni el buen hacer del “gurú” norteamericano consiguió relanzar la carrera deportiva de Kocinski, que terminó octavo. Fue su despedida del Mundial y de la competición.
Desde entonces, no se le ha vuelto a ver por un circuito. Sabemos más de su éxito en el terreno inmobiliario (compró una propiedad en Beverly Hills que vendió al actor Eddie Murphy con notables ganancias), que cualquier otra circunstancia de su vida reciente. Pero la imagen de aquel rebelde con causa sigue presente en el recuerdo de los aficionados al buen motociclismo.
-1972 - Primera carrera, en una mini-bike (Kawasaki). Edad: 4 años.
-1989 - Campeón del AMA 250cc Grand Prix National por tercer año consecutivo. - Vencedor de Daytona 100 y Supersport 600. - Vencedor del Gran Premio del Japón de 250cc. - Vencedor del Gran Premio de U.S.A. de 250cc. - 5º en el Gran Premio de Bélgica de 500cc - Vencedor de Daytona 100. Equipo Viceroy. - 1 victoria de una carrera en el All Japan Championship 250cc. - 1 victoria de una carrera en el All Japan Championship 500cc-
John Kocinski fue un piloto extraordinario, un talento precoz, un gran campeón, pero tuvo la desgracia de coincidir con una generación de corredores excepcionales que ensombrecieron su carrera deportiva y terminaron por convertirle en un actor secundario.
La vida de John Kocinski no fue muy diferente de lo que puede ser ahora la de cualquier muchacho que se inicia en las carreras. Lo excepcional es que hace 25 años no era muy habitual encontrarse con un niño seudo adolescente mezclado en el ambiente profesional de las competiciones norteamericanas. John Kocinski nació en Little Rock, una pequeña ciudad del estado de Arkansas, en el interior de Estados Unidos.
La afición de su padre hizo que se subiera a una moto a los cuatro años de edad, y no tardó en medirse con niños de su edad en carreras de motocross con una Kawasaki KX 75, con la que no tardaría en ganar carreras. Estuvo compitiendo en motocross infantiles y juveniles hasta los 12 años, y en 1981, con sólo trece, se metió por primera vez en un circuito de velocidad. Desde entonces, ya no abandonaría el asfalto.
Sus primeros pasos en el asfaltoA partir de 1982 disputó el campeonato norteamericano de 125. Debutó en Tejas, corriendo con una Yamaha 80, pero enseguida terminó subiéndose a una 125, con la que se proclamaría campeón de la categoría en 1983. Al mismo tiempo, con sólo 15 años, comenzó a rodar con una Honda CB 750 para ganar experiencia y así obtener la licencia profesional, algo que conseguiría al año siguiente, recién cumplidos los 16 años. Para entonces, Kocinski ya era sobradamente conocido en los circuitos del interior de Estados Unidos, adonde viajaba en “motorhome” acompañado por su padre. Su talento no pasó desapercibido para nadie, pero el pequeño John, un niñato del interior un poco paleto, hay que reconocerlo, aún tendría que crecer, en todos los sentidos, para conseguir dar el salto de calidad que le permitiera explotar el talento innato que atesoraba.
El Primer Gran Premio de Kocinski
En 1984, con sólo 16 años, disputó el Campeonato Norteamericano de Superbike con una Honda VF 750. Su mejor resultado fue una novena plaza, y al año siguiente llegó su primer título al ganar el Campeonato Norteamericano de Resistencia con una Suzuki GSX-R 750. Al año siguiente fue noveno en el Campeonato Norteamericano de Superbike con una Yamaha, una temporada en la que se midió con Bubba Shobert (campeón), Wayne Rainey (subcampeón), Kevin Schwantz… Su mejor resultado fue un tercer puesto en Road Atlanta. A sus 18 años, Kocinski ya era un piloto a tener en cuenta, y Kenny Roberts le echó el lazo. Kocinski se instaló en Modesto junto al clan Roberts.
En 1987 “King” Kenny dio el salto definitivo en su formación. Puso a Kocinski a lomos de una Yamaha TZ 250 para luchar por el título norteamericano, y a la más mínima oportunidad le subía en cualquier moto posible. Así, Kocinski fue tercero en las 8 Horas de Suzuka junto a Cal Rayborn, al tiempo que ganaba con claridad el título norteamericano de 250 (cinco victorias en nueve carreras). Roberts, con buen ojo y mejor olfato, había acertado.
Kocinski comenzó a compartir las veladas del clan Roberts en el rancho de Modesto, unas jornadas salvajes, donde la moto y la competición eran el eje de todo. El estilo espartano de Kenny pulió a Kocinski, que tenía que vérselas en el óvalo de tierra con el propio Roberts, con Rainey y Lawson, con Shobert y Askland, con Greene, un piloto de «dirt track», con Ricky Johnson, y con cualquier visita, frecuente u ocasional, próxima a este círculo de confianza que la prensa anglosajona no tardaría en bautizar como «el imperio del mal».
Grande en la pista, pequeño fuera de ella
Pero Kocinski, pese a todo, pese a su talento y proyección, seguía siendo el último del clan. La jerarquía tenía su peso en el rancho, y a él le tocaba el trabajo sucio. Si se lo proponía, podía poner firme a cualquiera de ellos sobre la pista de tierra, incluso a Roberts; pero enseguida le bajaban los humos. Roberts sabía como humillarlo para encender su orgullo en la pista. Le encargaba los recados más humillantes: ir al supermercado a por las cervezas para después de las mangas, comprar los viejos coches de desguace con los que disputaban alocadas carreras en las que todo valía (y que a Johnson le costó una seria lesión de espalda)… Después del último recado, Kocinski se subía a la moto como un endemoniado.
John Kocinski en SBK 1997
En 1988 Kocinski volvió a ganar el campeonato AMA 250, y debutó en el Mundial. Corrió cuatro carreras: Japón (quinto), Estados Unidos (cuarto), Alemania e Italia. Impresionó a todos, pero Roberts creía que estaba aún un poco verde. En 1989 ganó por tercera vez consecutiva el AMA 250, y volvió a dejarse ver por el Mundial. Ganó en Suzuka y Laguna Seca, pero no hizo más carreras en la categoría. Roberts decidió llevarle al Gran Premio de Bélgica para correr en 500, y allí impresionó a todos en el rapidísimo y peligroso Spa, en una jornada marcada por la lluvia. Fue una carrera plagada de accidentes (el propio Kocinski se cayó una vez) que tuvo tres salidas. Kocinski terminó tercero, pero por la tarde la Dirección de Carrera decidió eliminar el resultado de la tercera salida y el norteamericano bajó a la quinta plaza, lo cual tampoco fue un mal resultado. Todo estaba listo para su asalto al Mundial.
En 1990 Roberts formó la estructura más grande y ambiciosa de su carrera profesional. En 500 tenía a Eddie Lawson y Wayne Rainey, campeón y subcampeón, respectivamente, en 1989; y en 250 al propio Kocinski. Sus aspiraciones eran claras: ganar ambos títulos. Aquel fue el comienzo del “imperio del mal”.
Kocinski empezó con problemas porque en Suzuka tuvo un encontronazo con otro piloto y le doblaron el escape, y se vio obligado a parar a cambiarlo. Pero después sumó cinco victorias seguidas y tres podios más, hasta que cosechó dos ceros en Le Mans y Donington por sendas caídas. Carlos Cardús, un prodigio de regularidad, se puso líder en Gran Bretaña por sólo cuatro puntos, pero sumó dos victorias más en lucha directa con Kocinski en Anderstorp y Brno, llevando su ventaja a los 10 puntos a falta de dos carreras.
El paso al Mundial de 500
Kocinski estaba listo para el siguiente desafío, el Mundial de 500. Roberts lo alineó en 1991 junto a Wayne Rainey, flamante campeón en 1990. Y Kocinski no decepcionó, realizando extraordinarias carreras, pero siempre a la sombra de los tres grandes del momento: Rainey, Doohan y Schwantz. En Malasia, la última carrera del año, marcada por las ausencias de varios pilotos, logró el primer triunfo en 500. Al año siguiente Roberts repitió formación, pero Kocinski había dejado de ser el aprendiz para presentarse como un serio aspirante. Así lo hizo ver en la pretemporada, dentro y fuera de la pista, y a decir de Rainey, hablando más de la cuenta: “Kocinski estaba hablando mucho antes de la temporada. Yo sólo le atendía. Sabía que al final de ese año la carrera deportiva de uno de los dos estaría arruinada”.
Kocinski tuvo un inició pésimo: se cayó en Suzuka, y volvió a hacerlo en Eastern Creek, donde se lesionó, perdiéndose Shah Alam. No fue capaz de inmiscuirse en la pelea por el título. La verdad es que ese año nadie pudo plantar cara a Doohan y su Honda “Big Bang”. Pero Kocinski ni siquiera fue capaz de ganar en Assen, donde Doohan se lesionó, prueba en la que Rainey estuvo ausente, y donde Schwantz y Lawson se eliminaron al inicio de la carrera en una caída conjunta. Allí le ganó Crivillé.
La única victoria llegó al final, en Kyalami, en una carrera agónica. Rainey y Doohan, convalecientes de sus respectivas lesiones, se jugaban el título. Kocinski no quiso saber nada del tema; dejó atrás a Rainey y ganó la carrera. Gardner, en su despedida del Mundial, tampoco quiso ser complaciente con su compatriota y compañero. Rainey terminó tercero, y Doohan, sexto. Rainey se proclamó campeón. Y Kocinski no siguió en el Team Roberts.
Con Suzuki y Cagiva
Sorprendentemente, Kocinski aceptó una oferta de Tech3 para correr con la Suzuki 250. El inicio no fue malo, porque terminó segundo en Australia tras Tetsuya Harada, pero después se sucedieron una serie de altibajos en el rendimiento de la Suzuki que terminaron sacando de quicio al piloto norteamericano. En Holanda fue tercero, y allí se produjo el fin de la relación. Kocinski rompió el motor de su moto antes de regresar a boxes, se negó a subir al podio, fue multado por ello, y Suzuki rescindió su contrato. Parecía el final. Pero Claudio Castiglioni le hizo una oferta para correr con la Cagiva 500, y Kocinski no lo dudó: cuarto en Brno y Misano, y vencedor indiscutible en Laguna Seca. Llevaba camino de repetir triunfo en el Jarama cuando Shinichi Itoh se lo llevó por delante…
Kocinski terminó muy satisfecho con Cagiva, y en 1994 repitió con la marca italiana. Ganó en Australia y fue segundo en Malasia. Era un líder claro, pero un líder con pies de barro, puesto que la Cagiva no estaba a la altura del resto de las 500, y Kocinski tuvo que bregar con esa irregularidad. Una caída en Alemania y una lesión en un dedo fueron un problema añadido, y finalmente se alejó de la lucha por el título. Y dejó el Mundial. En 1995 sólo hizo una carrera, la prueba de Supersport de Daytona con una Honda, donde logró la victoria, tomándose un año sabático.
Bienvenido a Superbike
Tanto reposo no podía continuar por mucho tiempo, así que terminó sucumbiendo a una jugosa oferta de Ducati Corse. Se convirtió en protagonista del campeonato, con una inolvidable doble victoria en Misano, y aunque peleó por la corona sólo pudo ser tercero por detrás de un incontestable Troy Corser y de Aaron Slight. Pero quedó enganchado al circo de las SBK.
Con Honda Castrol
En 1997 fichó por Honda Castrol para sustituir a Carl Fogarty, que abandonó las Honda RC45 decepcionado con su cuarta plaza final de 1996. Kocinski parecía haberse convertido en el relevo obligatorio de Fogarty, porque primero le sustituyó en Ducati Corse y luego en Honda Castrol, y en ambas ocasiones terminó superando al británico.
El americano ganó el título con una superioridad aplastante, dando a Honda su primera victoria desde 1989, y convirtiéndose además en el primer -y hasta ahora único- campeón de los Grandes Premios que ganaba en Superbikes.
Con su título bajo el brazo, Kocinski regresó a 500
En 1998 corrió con el equipo de Sito Pons, pero ya no fue lo mismo. Aparte de una preocupante falta de regularidad, tuvo una lesión a mitad de temporada que marcó la segunda parte del campeonato. Terminó el año sin un solo podio. Al año siguiente recaló en el Team Kanemoto, pero ni el buen hacer del “gurú” norteamericano consiguió relanzar la carrera deportiva de Kocinski, que terminó octavo. Fue su despedida del Mundial y de la competición.
Desde entonces, no se le ha vuelto a ver por un circuito. Sabemos más de su éxito en el terreno inmobiliario (compró una propiedad en Beverly Hills que vendió al actor Eddie Murphy con notables ganancias), que cualquier otra circunstancia de su vida reciente. Pero la imagen de aquel rebelde con causa sigue presente en el recuerdo de los aficionados al buen motociclismo.
-1972 - Primera carrera, en una mini-bike (Kawasaki). Edad: 4 años.
-1981 - Compitió en carreras amateurs de dirt-track . - Campeón del Campeonato Nacional Amateur en 125cc y 250cc. - Participó en su primera carrera de velocidad en una Yamaha YZ80 modificada, venciendo en 125cc, segundo en 500cc y tercero en 1000cc!!!. Como privado y con la misma moto.
-1982 - Doble Campeón del Campeonato Nacional Americano Amateur (AMA National Amateur Championship). Edad: 14 años. Como privado.
-1983 - Doble Campeón del Campeonato Nacional Americano Amateur (AMA National Amateur Championship). Edad: 15 años. Equipo Honda Interceptor.
-1984 - Piloto Revelación del año en El Campeonato Nacional de Superbikes (AMA Superbike ). Competía con una moto de serie.
-1985 -Vencedor de la carrera de Formula 2 Nacional en Brainerd . Equipo Cycle Tech. -Campeón Nacional de resistencia WERA con una Suzuki 750cc. Equipo Cycle Tech. -Finalizó 3º en la carrera de Daytona Pro-Am Superbike con una Honda. -Finalizó 5º en la carrera de Superbikes de Mid-Ohio .
-1986 - 9º en el Campeonato Nacional Americano de Superbikes (AMA Superbike Championship) Equipo Yamaha.
-1987 - Finalizó 2º en Daytona 100, su primera carrera con el equipo Nordica Team Roberts . - 3º en la carrera "Las 8 horas de Suzuka" . Con el equipo Lucky Stike Roberts. Yamaha YZF 750 - Campeón del AMA 250cc Grand Prix National . Ganó cinco de las nueve carreras, cuatro de ellas seguidas: - Loudon, Elkhart Lake, Laguna Seca, Mid- Ohio y Sears Point. Con el equipo Nordica Roberts - 2 victorias de dos carreras en All Japan Road-race Championship 250cc class.
-1988 -Campeón del AMA 250cc Grand Prix National por segundo año consecutivo. Equipo Yamaha Nordica Roberts. - 5º en el Gran Premio de Japón de 250 cc. - 4º en el Gran Premio de U.S.A. de 250cc. Pole position - Campeón de la carrera Daytona 100 - 3º en Fuji Super Sprint 250cc. Equipo Yamaha Lucky Strike factory 2 victorias de 2 carreras en el All Japan Championship 250cc
-1989 - Campeón del AMA 250cc Grand Prix National por tercer año consecutivo. - Vencedor de Daytona 100 y Supersport 600. - Vencedor del Gran Premio del Japón de 250cc. - Vencedor del Gran Premio de U.S.A. de 250cc. - 5º en el Gran Premio de Bélgica de 500cc - Vencedor de Daytona 100. Equipo Viceroy. - 1 victoria de una carrera en el All Japan Championship 250cc. - 1 victoria de una carrera en el All Japan Championship 500cc-
1990 - CAMPEON DEL MUNDO DE 250 cc . En su primer intento. - Primera temporada completa en el Mundial de 250cc. Equipo Yamaha-Roberts. - Vencedor de 7 Grandes Premios: Laguna Seca (U.S.A), Jerez (España), Missano (Italia), Assen (Holanda), Spa (Bélgica),Hungaroring (Hungría), y Philip Island (Australia). - Vencedor de su primera y única carrera en el All Japan Road-race 250cc. Championship (Sugo event production Bike TVC)
-1991 - Primera temporada completa en el Campeonato del Mundo de 500cc. Equipo Yamaha-Roberts. - Vencedor del Gran Premio de Malasia (Shah Alam). - 4ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc .
-1992 - Vencedor del Gran Premio de Sur-África en 500cc.. - 3ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc. Equipo Yamaha-Roberts.
-1993 - 2º en el Gran Premio de Australia en una Suzuki 250cc. Primer podium de una Suzuki 250cc en la historia. - 3º en el Gran Premio de Holanda (Assen) y última carrera con la Suzuki 250cc . - Vencedor del Gran Premio de U.S.A en Laguna Seca con una Cagiva 500cc. Primera Victoria para una Cagiva en condiciones de carrera normales. - 11ª posición en el Campeonato del Mundo de 250cc. - 10ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc. (Con solo 4 carreras en 500cc. John acabó dos veces cuarto, una victoria y una caída cuando lideraba la carrera).
-1994 - Vencedor del Gran Premio de Australia en una Cagiva 500cc. - 3ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc.
-1995 - 2ª posición en Daytona 200, 600cc stock clases. Equipo Erion-Honda.
-1996 - 3ª posición en el Campeonato del Mundo de Superbikes con Ducati.
-1997 - CAMPEON DEL MUNDO DE SUPERBIKES con el equipo Castrol- Honda. - 2ª posición en "Las 8 horas de Suzuka" - 4º posición en la TBC Big Road Race 500cc class.
-1998 - 12ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc. Equipo Honda-Pons-Movistar-
1999 - 8ª posición en el Campeonato del Mundo de 500cc. Equipo Kanemoto Honda Racing. - 7ª posición en "Las 8 horas de Suzuka" . Saliendo desde la posición 100.
-2000 - 7ª posición en el Campeonato Nacional Americano de Superbikes (AMA Superbike Championship). Equipo team Vance & Hines Ducati.
-2001 - Se encargó del desarrollo de los nuevos prototipos de competición de Yamaha. La M1.-
2002 - Sigue con su trabajo en Yamaha para desarrollar los nuevos prototipos.
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